Las dudas y el miedo se han convertido en compañeros habituales de cafés y tardes negras.
No hay lugar para hechos y palabras bonitas, que se hunden y desaparecen entre las gotas de un cortado que reposa en mi escritorio. ¿Qué más puedo hacer? No hay posibilidad de volver atrás.
Y entre tanto, te cansas de repetir mi nombre y acabas olvidando como hacerlo. Y yo no tengo fuerzas ya para recordártelo una vez más. ¿De qué serviría? Las cosas pasan y dejan de pasar, el mundo sigue girando y no se detiene por ningún motivo, aunque tu corazón se haya parado y no quiera seguir latiendo. Antes que rendirme ante la realidad, prefiero rescatar esa historia de ficción que hace tiempo quise dejar de escribir y proseguir por donde lo dejamos la última vez.

3 comentarios:
Emotivo texto , miedos , dudas , solapados en el reverso del amor, ahogan nuestra voz y producen dolor.Saludos poéticos.
me gussta mucho tu blog te sigo
Publicar un comentario