Los años pasan pero sigo siendo la misma niña de siempre. Una niña que se quiere comer el mundo e ir a contracorriente.
Sigo siendo tan inocente y enamoradiza como antes, pero ahora tengo más experiencia a mis espaldas. Soy inconstante pero tengo mucha voluntad y cuando me propongo algo de verdad no paro hasta conseguirlo. Estoy orgullosa de como soy y sigo en mis trece de no arrepentirme de nada de lo que hago, porque cada error que he cometido a lo largo de mi corta, pero intensa vida, me ha hecho ser quién soy. Parezco frágil, pero he pasado por muchas cosas que, como se ve, no me han matado así que me han hecho más fuerte. Admito que soy muy cabezota y quiero tener siempre la razón. Sigo con mi carácter fuerte, será mejor que nunca me veas enfadada. Soy pasional, me dejo llevar por las emociones y a veces pierdo el control sobre ellas. Me aburro fácilmente, por lo que no puedo estar mucho tiempo haciendo lo mismo.
Tengo una mente abierta, algunos creen que demasiado, pero estoy orgullosa y defiendo mis ideas liberales hasta el final. Aunque cada vez tengo más confianza en mi misma, sigo teniendo las mismas inseguridades. Puede parecer extraño, pero no tengo miedo a casi nada, soy muy temeraria, lo que a veces me mete en situaciones complicadas. Me paso todo el día riendo y bromeando sobre todo, incluso sobre las cosas más serias, es un mecanismo de defensa para quitarle importancia a lo que me preocupa. Quizás haya cambiado, espero que para mejor, pero lo esencial sigue en su sitio.

1 comentario:
Si eres feliz siendo quien eres, entonces todo está bien..
Como dijiste al final, podrán haber cambiado muchas cosas, pero lo esencial sigue en su sitio..
¡Un beso! :)
Publicar un comentario